Tras unos días, unas semanas, meses de inactividad, retomo mi tiempo por aquí para que seáis testigos de que aún estamos con vida. No dramas, porfavó.
Como sabréis los que nos seguís en RRSS, del 30 de octubre al 4 de noviembre estuvimos en Viena (no desesperéis, en breve tendréis post al respecto), pero a lo que vengo aquí es a deciros que tuve la inmensa suerte de conseguir un empleo estando de viaje. Sí, tal cual. Mensaje en el buzón de voz, nervios porque el número del buzón de voz no funciona en el extranjero, búsqueda en google, resolución del problema, escuchar el audio y descubrir que el día 5, justo a la vuelta de tu viaje, comienzas a trabajar. ¿Podría haber ido mejor el viaje? Yo creo que no.
Intento sentarme tranquilamente a daros amor los domingos, pero una tiene familia, pareja, amigos y gato y la vida no me da. De ahí que esto haya estado en estado semicomatoso unos días, unas semanas, MESES.
Lo bueno de trabajar a 40h, es que tardas bastante menos en acumular el dinero suficiente para tu siguiente viaje. Lo malo, que un trabajo a tiempo completo en horario comercial no deja el tiempo suficiente para sentarse tranquilamente a escribir estas líneas. Así que os pido paciencia y amor, que yo pongo todo lo demás.
Sin más, informaros que os quiero dejar un resumen de nuestra experiencia en Viena, un post sobre cómo encontrar vuelos por menos de 100€ ida y vuelta (que me lo estáis pidiendo mucho y yo me debo a mi público) y otro informándoos de nuestro siguiente destino: BERLÍN.
Del sur al resto de Europa 